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Las cosas que me ayudan a olvidar

Como la crónica de una muerte anunciada cuando amaneció ya sabia que hoy no sería un día igual que ayer, las cosas no pintaban bien y no estoy muriendo de cancer, tampoco no tengo que comer ni donde dormir. Algunos dirían «la pobre viejecita, sin nadita que comer»

Hoy un mal día es un problema del primer mundo, algún guevón que se atraviesa en el camino, alguien que no puede ver mas allá de su ambición o algún idiota que habla durante todo el concierto después de haber pagado la boleta. Es que humanos ya somos pocos – si conoce a alguno agárrese fuerte y asegúrese que es de verdad- «solo estoy sobreviviendo» como lo diría Roberto el del cuarteto. Es que vivir a veces parece un castigo mas que una bendición (y que me perdone mi abuelita).

No es como para matarse – para eso tenemos muchos -, que si no se matan ellos nos matan a nosotros. Como lo podría explicar IKV, lo que nos mata es el narcisismo de una selfie o la realidad de un mundo en el que uno solo puede contar con sigo mismo, sin embargo a veces la intuición no es un as sino un «ass« con todo lo que eso conlleva… Quién no la ha cagado por culpa de la bendita intuición? y no será por culpa de Shakira.

Hace unas semanas hablaba del recuerdo en una noche agridulce, de como los olores, sabores o canciones pueden revivir ese momento olvidado en el olvido. Si se pudiera borrar el casete, no se si uno de 90 minutos seria lo suficientemente largo para mi. Tengo una lista de nombres, personas, momentos, sabores y situaciones que si las olvido seguro me vuelven a pasar.

Tengo ganas de oír a los Campesinos y desconectarme hasta mañana, que ya lo dicen por ahí, mañana será un día mejor.

Salud!

REX